Canalización

¿Cómo se construye un gaseoducto?

Los gaseoductos, o gasoductos, son sistemas de tuberías que se utilizan para el transporte de gases combustibles, principalmente gas natural. En la actualidad, el auge del gas natural ha propiciado un aumento de las construcciones de gaseoductos.

En este artículo, desde Ogisa te contamos cómo se desarrolla el proceso de construcción de estos imponentes sistemas de canalización.

Fases en la construcción de un gaseoducto

Una vez aprobados todos los permisos, puede comenzar el proceso de construcción del gaseoducto. Los responsables deben marcar con banderas los límites de todos los lugares en los que se llevarán a cabo las actividades de construcción. Dichas banderas delimitan la extensión de la zona de construcción temporal que rodea la zona de paso de la tubería, así como las áreas de preparación y almacenamiento.

Aunque se utilizan las carreteras existentes cuando es posible, también se construyen caminos de acceso temporales para crear vías directas desde las zonas de preparación.

Paso 1: Zonas de preparación para la construcción y zonas de almacenamiento

A la hora de construir un gasoducto, lo primero es despejar las áreas de preparación y almacenamiento, situadas estratégicamente a lo largo de la zona. Estas áreas se utilizan para apilar las tuberías y almacenar los depósitos de combustible, los sacos de arena, las vallas, las estacas y las piezas de los equipos.

Además, proporcionan aparcamiento para el equipo de construcción y ubicaciones para los remolques de las oficinas. Las zonas de estacionamiento se despejan y se cubren con grava, a menudo reforzada con esteras de madera. Es frecuente que estas áreas requieran la construcción de caminos de acceso tanto hacia las carreteras pavimentadas como hacia la zona de construcción del gaseoducto.

Paso 2: Despejar el camino

Una vez que la zona de preparación esté lista y sea accesible, se iniciará el trabajo de desbroce del camino de paso del gaseoducto. Los árboles grandes se apilan o se arrastran, mientras que las ramas y las copas se amontonan y se queman. A continuación, se retiran los tocones que quedan en la vía pública utilizando maquinaria especializada.

Paso 3: Excavación de la zanja

La zanja para la tubería se excava una vez que se ha limpiado de árboles la zona de paso. Las laderas suelen ser tan empinadas que las excavadoras de zanjas se bajan y se fijan a excavadoras más grandes con una línea de sujeción. Si se encuentran salientes en la roca, se introducen excavadoras de oruga con martillos neumáticos para crear la zanja. Después, se colocan sacos de arena dentro de la zanja para restringir el flujo de agua y sostener la tubería.

Paso 4: Transporte, encordado y montaje de la tubería

Una vez terminada la zanja, se transportan segmentos de tubería pre-revestidos, normalmente de entre 12 y 15 metros de longitud, desde los almacenes de la zona de preparación hasta la zona de paso del gaseoducto.

Los tubos se colocan en la superficie junto a la zanja, o dentro de la zanja sobre sacos de arena de apoyo en terrenos escarpados. Algunos tramos de tubería se doblan para permitir que el gasoducto siga la ruta prevista y se adapte al terreno.

A continuación, se sueldan las diferentes secciones de la tubería y se recubren las juntas de soldadura con epoxi para evitar la corrosión. Después, las juntas de soldadura se inspeccionan con rayos X para garantizar su calidad. Por último, los tramos de tubería conectados pueden bajarse a la zanja.

Paso 5: Obstáculos: Carreteras y arroyos

Las tuberías cruzan carreteras, autopistas, arroyos, ríos y humedales. Por lo general, los gaseoductos se construyen por debajo de estos obstáculos, ya sea perforando para una profundidad reducida o utilizando la perforación horizontal dirigida para una colocación más profunda. Cada obstáculo requiere un método apropiado que deberá estudiarse individualmente.

Paso 6: Pruebas y restauración

Una vez que la tubería se encuentre correctamente colocada, se rellena la zanja. Antes de completar el proyecto, hay que verificar la integridad del gasoducto mediante pruebas hidrostáticas, que consisten en enviar agua a través de la tubería y aumentar la presión por encima del nivel operativo máximo. Si la tubería permanece intacta durante esta prueba, se considera operativa.

Además, las soldaduras deben someterse a inspección con rayos X. También se usan compresores de aire, se toman muestras del aire y se comprueba su contenido de humedad. Cuando esos parámetros sean lo suficientemente bajos, se llenará toda la tubería con nitrógeno para absorber la humedad restante. Después de llevar a cabo estas comprobaciones, el gasoducto estará listo.

En Ogisa estamos especializados en la construcción de gasoductos desde 4’’ hasta 26’’ y contamos con un equipo de soldadores de acero homologados, así como con equipos de obra civil. En nuestros 30 años de experiencia hemos realizado multitud de gaseoductos, de longitudes de hasta 40 kilómetros. Ponte en contacto con nosotros si necesitas más información.

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