Averías comunes en calderas de gas

¿Cuáles son las averías más comunes en una caldera de gas?

Las calderas de gas son una necesidad básica para nuestros hogares y empresas, especialmente durante los fríos meses de invierno. Una caldera de gas defectuosa puede dar lugar a que las facturas aumenten o a pasar frío durante el invierno. Por eso, es importante mantener la caldera en buen estado de funcionamiento con la ayuda de profesionales cualificados.

El funcionamiento de la caldera a gas deberá asegurar:

  • La eficiencia energética.
  • La protección del medio ambiente.
  • La seguridad.
  • La durabilidad.
  • Las condiciones de bienestar establecidas en la memoria o proyecto de la instalación térmica en la que forma parte la cadera a gas como generador de calor.

El mantenimiento preventivo de la caldera puede mantener el aparato en pleno funcionamiento, pero incluso las calderas mejor mantenidas pueden fallar. Desde Ogisa, te explicamos cuáles son algunas de las averías más frecuentes asociadas a las calderas de gas.

El titular de la instalación será responsable de que se realicen las siguientes acciones:

  • Encargar a una Empresa Mantenedora la realización del mantenimiento de la instalación térmica;
  • Realizar las inspecciones obligatorias y conservar su correspondiente documentación;
  • Conservar la documentación de todas las actuaciones, ya sean de reparación o reforma realizadas en la instalación térmica, así como las relacionadas con el fin de la vida útil de la misma o sus equipos, consignándolas en el Libro del Edificio.

La Instrucción Técnica IT 3. Mantenimiento y Uso del RITE (Reglamento de Instalaciones Técnicas de Edificios) establece la obligatoriedad de diseñar programas específicos de mantenimiento de las instalaciones térmicas de los edificios, que deberán contener la programación de las tareas necesarias, así como los procedimientos de documentación y archivo de todas las actuaciones preventivas y de reparación que tengan lugar en cada instalación concreta.

Los programas de mantenimiento, así como los registros previstos en ellos, permitirán que terceros puedan comprobar que se mantienen las prestaciones previstas en la instalación.

El diseño de estos programas y sus respectivos procedimientos de compilación y control de la información generada será responsabilidad de las empresas de mantenimiento autorizadas a las que se encargue el servicio de cada instalación, mediante la suscripción del correspondiente Contrato con los titulares y usuarios de la instalación.

El mantenimiento preventivo se efectuará de acuerdo a las operaciones y periodicidades establecidas la Tabla 3.1.- “Operaciones de mantenimiento preventivo y su periodicidad” para instalaciones de potencia térmica nominal menor o igual que 70 kW o mayor que 70 kW.

El mantenimiento de las instalaciones sujetas a este RITE será realizado de acuerdo con lo establecido en IT 3. Mantenimiento y uso del RITE, atendiendo a los siguientes casos:

  • Instalaciones térmicas con potencia térmica nominal total instalada en generación de calor o frío igual o superior a 5 kW e inferior o igual a 70 kW (5 kW ≤ P < 70 kW). Estas instalaciones se mantendrán por una empresa mantenedora, que debe realizar su mantenimiento de acuerdo con las instrucciones contenidas en el «Manual de Uso y Mantenimiento».
  • Instalaciones térmicas con potencia térmica nominal total instalada en generación de calor o frío > 70 kW.  Estas instalaciones se mantendrán por una empresa mantenedora con la que el titular de la instalación térmica debe suscribir un Contrato de Mantenimiento, realizando su mantenimiento de acuerdo con las instrucciones contenidas en el «Manual de Uso y Mantenimiento».
  • Instalaciones térmicas cuya potencia térmica nominal total instalada sea igual o mayor que 5.000 kW en calor y/o 1.000 kW en frío, así como las instalaciones de calefacción o refrigeración solar cuya potencia térmica sea mayor que 400 kW. Estas instalaciones se mantendrán por una empresa mantenedora con la que el titular de la instalación térmica debe suscribir un Contrato de Mantenimiento. El mantenimiento debe realizarse bajo la dirección de un técnico titulado competente con funciones de director de mantenimiento, ya pertenezca a la propiedad del edificio o a la plantilla de la empresa mantenedora.

Principales averías de las calderas de gas

Estos son algunos de los problemas más frecuentes que pueden presentar las calderas de gas.

Fugas y goteos

Si detectas que tu caldera tiene una fuga de gas, debes actuar con rapidez y llamar a un profesional para que acuda a solucionar el problema lo antes posible.

En el caso de que haya un goteo, es posible que tengas que cortar el suministro eléctrico de la caldera para eliminar el riesgo de electrocución y de que se dañen más los componentes. Una vez hecho esto, puedes comprobar el manómetro de la caldera localizando el dial situado en la parte delantera. Si la flecha está en la zona roja, tendrás que esperar a que la caldera se enfríe y liberar la presión purgando los radiadores.

Las fugas de agua o goteos suelen deberse a piezas desgastadas que deberán ser sustituidas. En algunos casos, la causa de una fuga puede ser una corrosión en las tuberías. No obstante, la mejor manera de determinar la causa del goteo es contactar con un experto que acuda con las herramientas adecuadas para detectar el problema y repararlo.

Baja presión de la caldera

Las razones más comunes de la baja presión de la caldera son la rotura de una válvula, las fugas de agua y el purgado de los radiadores. En la mayoría de los casos, puedes comprobar la presión de la caldera de gas mirando el manómetro. Si la aguja está por debajo de 1, se trata de una presión baja.

Revisa si hay cualquier fuga visible en tu caldera y llama a un experto para que la repare.

El quemador no se enciende

El quemador es el encargado de que se produzca la combustión en la caldera, de manera que si no funciona adecuadamente, el espacio no se calentará.

Si observas que el quemador no se enciende, puedes intentar volver a encender el gas. Si el problema persiste, es posible que la válvula esté bloqueada, la presión no sea suficiente o haya un problema electrónico.

En cualquier caso, lo mejor será que llames a un experto en calderas para que determine cuál es la causa del problema y te ofrezca una solución.

Problemas con la salida de humos

Si la salida de humos está bloqueada, es probable que tu caldera no se encienda y te muestre un código de error en la pantalla. Esta avería es seria, ya que el monóxido de carbono no puede salir correctamente y se trata de un gas peligroso si se inhala. Por este motivo, si existe este problema la caldera se bloquea para evitar riesgos.

En otras ocasiones, puede ocurrir que salga agua por la salida de humos. Normalmente, este problema se debe a una inclinación incorrecta de la tubería o a un atasco en el desagüe por el que sale el agua.

Los radiadores se mantienen fríos

Es habitual que los radiadores no se calienten lo suficiente debido a la acumulación de aire o, en ocasiones, de suciedad. En algunos casos, parece que solo la parte inferior del radiador emite calor. Puedes intentar purgar el radiador para solucionar este problema.

Sin embargo, si tras purgar el radiador el problema persiste, puede que se trate de suciedad acumulada que impide el correcto flujo de agua a los radiadores. Este problema debe ser resuelto por un profesional.

Fallos del termostato

Las imprecisiones del termostato pueden mostrar temperaturas equivocadas y hacer que la caldera se encienda o se apague a destiempo. En estos casos, es necesario reparar o sustituir el termostato.

Es común que el cableado eléctrico del termostato se afloje, que el aparato se haya dañado o que el usuario haya introducido unos ajustes inexactos. En algunas ocasiones podrás solucionar el problema tú mismo, ajustando bien el termostato, y en otras tendrás que llamar a un experto que te ayude a resolverlo.

Ruidos de la caldera

En otros casos, la caldera puede producir ruidos al encenderse o durante su funcionamiento. Dependiendo del tipo de sonido, puede tratarse de un problema en el intercambiador, en la cámara de combustión –normalmente suciedad–,  en la válvula de gas, en el extractor o en la colocación de la carcasa. Un profesional te ayudará a determinar el origen del problema y a ponerle solución.

Ahora que ya conoces cuáles son los principales problemas que puede tener una caldera de gas, sabrás a qué pueden deberse los fallos más frecuentes y cuándo necesitas llamar a un profesional cualificado para llevar a cabo la reparación.

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