cambiar la caldera de gas

¿Cuándo cambiar la caldera de gas de tu empresa?

El verano puede parecer un momento extraño para preocuparse por cambiar la caldera, ya que es una época de mucho calor y la calefacción es lo último en lo que pensamos.

No obstante, el verano es la estación en la que no se utiliza la caldera y, por tanto, el momento perfecto para renovarla. Nadie quiere sufrir una avería en la caldera en pleno invierno y pasar frío en el trabajo.

Si tienes una caldera nueva, eficiente y totalmente funcional instalada antes de que lleguen los meses de frío, tú y tus empleados disfrutaréis de una temperatura agradable durante el invierno y habrá menos riesgo de que el sistema sufra averías en el momento más inoportuno.

Desde Ogisa, en este artículo te contamos por qué el verano es el mejor momento para sustituir tu vieja caldera, cómo saber que ha llegado el momento de cambiarla y cómo elegir el modelo más adecuado.

¿Por qué el verano es el mejor momento para sustituir la caldera de gas en la empresa?

Además de elegir el verano por ser la época en la que la caldera no se está utilizando, hay algunos otros motivos que lo convierten en la mejor opción. En primer lugar, al ser una época de menos actividad para los instaladores, probablemente será más fácil y rápido llevar a cabo el cambio, ya que tendrán una mayor disponibilidad de fechas y horarios.

Además, las piezas, la mano de obra y la caldera de gas podrían ser más baratas. Al fin y al cabo, como en cualquier negocio, se trabaja en función de la oferta y la demanda, e instalar cuando la demanda es baja siempre es una buena idea.

Incluso aunque no tengas necesidad de cambiar la caldera de tu empresa por el momento, sigue siendo un buen consejo aprovechar los meses de verano para llevar a cabo una revisión completa. De esta forma, reducirás el riesgo de que se averíe en invierno, cuando más se necesita.

¿Cada cuánto tiempo debo cambiar la caldera de mi empresa?

Es recomendable cambiar de caldera cuando esta tiene más de 10 años de antigüedad. Algunos de los principales motivos son los siguientes:

  • Pérdida de eficiencia: Tu caldera vieja será menos eficiente debido al tiempo que lleva en funcionamiento. Además, como las calderas modernas tienen una mayor eficiencia, acaban suponiendo una importante reducción de los gastos.
  • Averías más frecuentes: Con el paso de los años, la probabilidad de que tu caldera sufra averías aumenta. Los problemas más frecuentes surgen a raíz de la acumulación de cal a lo largo del tiempo, pero también puede ocurrir que haya fugas de agua, que el sistema haga ruidos poco habituales, que la caldera se encienda con mucha lentitud o que, en el peor de los casos, no proporcione agua caliente.
  • Dificultad de encontrar piezas de repuesto: En algunas ocasiones, los modelos antiguos ya no se fabrican o tienen unidades limitadas, por lo que puede resultar más difícil y más caro encontrar las piezas necesarias en los casos de avería.
  • Incumplimiento de la normativa: La legislación europea ya no permite tener algunas de las calderas que se instalaban hace varios años, como las calderas estancas convencionales o las calderas atmosféricas, con algunas excepciones. Lo más habitual es sustituir las calderas viejas por calderas de condensación, que son más eficientes y emiten menos gases contaminantes. 

Por todo ello, es conveniente sustituir la caldera de gas después de 10 o, como mucho, 15 años. Desgraciadamente, muchas empresas esperan a que la caldera se estropee antes de cambiarla, pero, aunque una caldera vieja puede calentar un espacio de trabajo, lo hará con un coste superior y menor eficiencia.

Cuando se trata de reemplazar la caldera de gas, es mejor organizarlo con el tiempo suficiente y antes de que se estropee por completo. No obstante, si estás preocupado por el funcionamiento de tu caldera lo mejor es que actúes con rapidez, sea cual sea la época del año. Los técnicos de mantenimiento podrán ayudarte a decidir si el cambio de caldera es urgente o puede esperar unos meses más.

¿Cómo saber qué caldera necesito para mi empresa?

En la actualidad, existe una gran variedad de modelos de calderas capaces de adaptarse a las necesidades individuales de cada negocio, con distintas potencias y características.

Lo mejor es que contactes con una empresa especializada, como Ogisa. Nosotros te asesoraremos en función de las características de tu oficina y te ofreceremos varios modelos y un presupuesto personalizado de instalación.

Dependiendo de la complejidad de la instalación, puede llevar entre uno y tres días, aunque lo más habitual es que la sustitución de la caldera se haga en un solo día y sin mayores molestias para ti y tus empleados.

Ventajas de sustituir la caldera de gas de tu empresa

En definitiva, como hemos ido mencionando a lo largo del post, las principales ventajas de cambiar la caldera de tu negocio en el momento oportuno son las siguientes:

  • Ahorro económico: Los modelos nuevos son más eficientes, por lo que consumen menos y disminuyen los importes de las facturas.
  • Ahorro energético: Del mismo modo, las calderas nuevas consumen menos energía, siendo más respetuosas con el medio ambiente.
  • Menos riesgo de averías: Las calderas de cierta antigüedad son más propensas a sufrir problemas, especialmente cuando sobrepasan los 10 años.
  • Mayor confort: Los modelos nuevos calientan las estancias más rápido y, gracias a los avances tecnológicos, disponen de características adicionales como pantallas táctiles o apps para controlar la calefacción desde cualquier lugar.
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